Si adquieres algunas fórmulas magistrales en Salamanca puede que te preguntes acerca del origen de estos establecimientos. Al principio, la actividad farmacéutica giraba en torno a los curanderos. En Mesopotamia hay evidencias que datan de 4000 años y ya en la civilización sumeria se preparaban plantas mediante desecado y pulverización.
Las fórmulas magistrales en Salamanca tienen como antepasado a estos compuestos que hasta la Edad Media eran casi lo único disponible para curar las enfermedades. En el Egipto del siglo IX aparecen figuras que se pueden considerar como los primeros farmacéuticos, que tenían un cúmulo de conocimientos obtenidos de manera empírica.
En el siglo XII comienzan a crearse las primeras boticas que se extienden por las civilizaciones mediterráneas. Eran lugares donde se preparaban medicamentos y se vendían junto a otros muchos géneros. Durante el Renacimiento se retoman las ciencias del mundo clásico y se preparan nuevas formas como tinturas y extractos sólidos. En 1495 se publica en España el Antidotarium, un libro basado en los escritos de Arnau de Vilanova del siglo XIII. En Florencia y en 1498 se publica el Recetario Florentino, una muy completa farmacopea.
Gracias a los trabajos de Louis Pasteur se desarrolla la farmacología experimental y Adam Sertürner logra aislar la morfina como sustancia pura, desde el opio. Se identifican agentes patógenos como causantes de las enfermedades y se los combate con vacunas. Aparecen también los productos farmacéuticos sintéticos en forma de inyectables, cápsulas y tabletas. Por todo ello, en el siglo XIX la farmacia comienza a tener una actividad más independiente de los médicos. Se le comienza a ver como una ciencia y una industria con dinámicas propias.
En Mª Teresa Becerro Cereceda somos conscientes de la importancia que tiene la farmacia en el desarrollo de la medicina a lo largo de todas las épocas. Por ello, nuestra meta es siempre tu salud.
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