Muchos
de los clientes habituales de nuestra farmacia
homeopática en Salamanca
suelen comentarnos que, en ocasiones, no son
capaces de recordar si un producto que tienen en casa lo compraron en nuestra
farmacia o en una parafarmacia. La realidad es que se trata de dos
establecimientos de características completamente diferentes y que vamos a contarte
en este artículo.
La principal diferencia es que todos los artículos que puedes comprar en una
parafarmacia, los puedes encontrar también en nuestra farmacia homeopática en Salamanca, pero nosotros también podemos
dispensar medicamentos. En la farmacia, además, siempre encontrarás un farmacéutico
colegiado que puede recomendarte un medicamento concreto para una dolencia
leve, que por su preparación específica conoce las posibles interacciones que
se producen entre los medicamentos y que podrían resultar perjudiciales para su
salud.
En la farmacia, además, puedes tramitar las recetas electrónicas y te
ofrecemos, también, una serie de servicios complementarios: Disponemos de
básculas especiales para pesar a los bebés y controlar así su crecimiento,
también podemos dar el peso y la altura de los adultos, o controlar su tensión…
Algunas farmacias podemos realizar también algunos tipos de analíticas: de triglicéridos,
de colesterol, de glucosa…
Por su parte, las parafarmacias no pueden distribuir medicamentos, ni tan
siquiera esos de uso más común para los que no es necesaria receta ¿el motivo? Muy
sencillo, que no hace falte tener una titulación especial para regentar una
parafarmacia y, mucho menos para vender sus productos. En una farmacia donde
también vendemos productos diferentes a los medicamentos, podemos aconsejarte
también sobre los posibles efectos de estos otros productos.
Por eso, cuando tengas dudas de dónde puedes comprar una determinada crema,
puedes venir a la farmacia de Mª Teresa
Becerro Cereceda
que te aconsejaremos perfectamente sobre ella.